Servir caliente y frito – Rôtisseur – Vajilla de cerámica polaca

Servir caliente y frito – Rôtisseur – Vajilla de cerámica polaca

Las guarniciones fritas son el acompañamiento ideal para carnes asadas, pescados o platos vegetarianos. Ya sean patatas fritascroquetas o las clásicas pommes dauphine, todas ganan al ser servidas en una presentación cálida y artesanal.

Los cuencos de cerámica polaca hechos a mano por Ceramika Artystyczna están diseñados especialmente para ello:

 Conservan el calor
 Son aptos para horno y lavavajillas
 Aportan encanto artesanal a la mesa
 Disponibles para 1 a 4 raciones


 Guarniciones fritas comunes – una visión general

Estas delicias suelen prepararse a base de:

  • puré de patata

  • masa choux (pasta escaldada)

  • o una mezcla de ambos

Ejemplos clásicos:

  • Croquetas de patata

  • Patatas fritas

  • Pommes dauphine (puré + choux)

  • Pommes lorette (con queso)

  • Rosetas de patata duchesse (al horno o fritas)


 Receta: Masa choux (pasta escaldada salada)

Ingredientes:

  • 250 ml de agua

  • 60 g de mantequilla

  • 150 g de harina

  • 1 pizca de sal

  • 3–4 huevos

  • (opcional: nuez moscada, queso rallado)

Preparación:

  1. Hervir el agua con la sal y la mantequilla.

  2. Añadir toda la harina de golpe y remover enérgicamente hasta que la masa se despegue de las paredes.

  3. Pasar a un bol y dejar templar.

  4. Añadir los huevos uno a uno, batiendo bien hasta que la mezcla esté suave y brillante.

  5. Usar inmediatamente o combinar con puré de patata para formar guarniciones fritas.


 Guarniciones con masa choux y patata – ejemplos

  1. Pommes dauphine
    → 50 % puré + 50 % masa choux → formar bolitas → freír

  2. Pommes lorette
    → Igual que las dauphine, pero con queso (Gruyère o parmesano) → con manga pastelera → freír

  3. Buñuelos rellenos de patata
    → Mezcla de puré y masa choux con relleno de queso o verduras → freír

  4. Rosetas duchesse
    → Formar con boquilla rizada, congelar y luego freír o hornear


Conclusión:

Servir guarniciones calientes y crujientes en vajilla de cerámica polaca no solo aporta calidez, sino también elegancia y autenticidad.

 Retienen el calor
 Realzan la presentación del plato
 Aportan estilo artesanal y funcionalidad

Una elección ideal para cualquier rôtisseur que cuide tanto el sabor como la puesta en escena.